Caifanes, quien no creció con esa música o quien no los conoce,
intento rescatar algunos grupos que ya han olvidado mucha de la banda que ahora
cambia su buen gusto de la música, ojala sigan recordando a estas bandas que
marcaron las mentes y aun suenan en los ecos de los corazones de muchos
rockeros.
"DESDE LAS INSOLITAS IMAGENES DE AURORA"
Hablar de Caifanes es estar a la moda, aun sabiendo que como
grupo ya no existe, Que su último concierto fue en el 95 en San Luis Potosí,
que el rompimiento del grupo se debió a los desacuerdos entre el cantante SAUL
HERNANDEZ, el guitarrista ALEJANDRO MARCOVICH y bla, bla, bla. Bueno eso ya no
importa, lo que importa es que la gente nueva al escuchar uno de los discos de
Caifanes se vuelven adictos al rock en español, que los discos se siguen
vendiendo en grandes cantidades, que cuando vas a un club a echar desmadre
nunca faltan las rolas de Caifanes y te hacen ponerte hasta la madre.
Bueno lo mejor de todo es que ex integrantes de la mejor
banda de rock mexicano siguen escribiendo página a esa historia llamada
Caifanes. Por ahí dicen que la primera vez que los caifas tocaron juntos fue en
una fiestilla organizada por Carlos el hermano de Alejandro Marcovich, que
tocaron de todo hasta cumbias pero hasta ese entonces no eran un grupo todavía
solo les gustaba tocar y echar desmadre y ayudar a un amigo pero esa noche
ellos como músicos se dieron cuenta que lo que hicieron una química muy interesante
‘que se llamó LAS INSOLITAS IMAGENES DE AURORA (1984-1987).
Los tres años que duro ese grupo fueron suficientes para que
se formara una buena amistad entre, Saúl, Alfonso y Alejandro pero La falta de
lana y de tocadas los llevo a la separación. Alejandro se fue de gira Banda, Saúl
mientras tanto Meditaba y planificaba su nuevo proyecto mientras que escribía y
ensayaba en su casa.
Saúl conoció más gente que luego formarían la primera parte
de Caifanes. La primera alineación fue Saúl Hernández y Santiago Ojeda en Las
guitarras; Sabo Romo en el bajo, Diego Herrera en los teclados y el sax Juan
Carlos novelo en la batería. Pero cuando tocaron por primera vez, Novelo no
pudo ir "El Gato" de ritmo peligroso les hizo el paro. Fue muy difícil
porque algunos tenían trabajo o tocaban con otras bandas.
Los Caifanes fue un grupo mexicano de rock originalmente
conformado por Saúl Hernández (voz y guitarra), Alfonso André (batería y
percusiones), Salvador "Sabo" Romo (bajo) y Diego Herrera (teclados y
saxofón). Su primera presentación fue el 11 de abril de 1987 en Rockotitlán. La
expectación creada en el underground rockero mexicano fue tanta que mucha gente
se quedó fuera del recinto. Si bien Caifanes era un grupo nuevo, la anterior
banda de Saúl, Las Insólitas Imágenes de Aurora, tenía una amplia base de fanáticos.
Su primer disco, Caifanes (a veces nombrado también Mátenme
porque me muero, Volumen 1 o Disco negro) salió a la venta en agosto de 1988 y
el sencillo Mátenme porque me muero fue su primer éxito, seguido por Viento y
La negra Tomasa, una versión de una cumbia escrita por el músico cubano
Guillermo Rodríguez Fiffe. El disco mostraba claras influencias del grupo
británico The Cure. Gustavo Cerati participó como músico invitado en la
grabación del álbum tocando la guitarra en La bestia humana
Su segundo disco fue Volumen II, pero es mejor conocido como
El Diablito. Esto se debe a un error de impresión: en la portada aparece un
letrero borroso que dice el diablito y es considerado el "verdadero"
título del disco, además el diseño gráfico muestra el dibujo de un diablito de
lotería. El guitarrista argentino-mexicano Alejandro Marcóvich se integra al
grupo; su presencia resultó notoria desde un principio y su estilo fue
fundamental en lo que comenzaría a ser el sonido de Caifanes.
En El Diablito aparece una de las canciones más populares
del grupo, La célula que explota. Esta canción, mezcla de balada rockera con
mariachi, apunta muy claramente la dirección que Caifanes habría de tomar a
partir de ese punto: una mezcla de rock con elementos de la amplísima gama de
estilos que comprende la música popular mexicana.
En 1992 se edita El Silencio que incluye gran parte del
repertorio clásico de Caifanes, como No dejes que..., Miércoles de Ceniza,
Nubes y Nos vamos juntos. Cuando este disco salió a la venta el grupo ya era un
éxito en México, Centroamérica, algunos países de Sudamérica y entre la
comunidad hispana de Estados Unidos. En agosto de 1992 llenaron por completo el
Hollywood Palladium de Los Ángeles. En 1993 hicieron lo mismo en el Palacio de
los Deportes de la ciudad de México, hazaña que ningún otro grupo de rock
mexicano había logrado hasta el momento; con dicho concierto Sabo Romo y Diego
Herrera se despiden de la agrupación.
Al llegar 1994, Caifanes queda reducido a un trío conformado
por Saúl, Alfonso y Alejandro. Juntos dan forma al último álbum de los
Caifanes, El nervio del volcán. Se eligen como sencillos las canciones Afuera,
Aquí no es así y Ayer me dijo un ave. Su presencia en los medios de
comunicación crece y es seguida muy de cerca por los noticiarios de MTV Latino
para quien realizaron un unplugged y donde se documentaron algunas de las
crecientes diferencias entre Hernández y Marcóvich. (En un reportaje Saúl le
pregunta a Alejandro "¿Qué tenemos en común?" y Marcóvich responde
"¿El número de cromosomas?".) Los enfrentamientos no sólo fueron en
el ámbito creativo sino también en el legal, debido a que la marca
"Caifanes" estaba registrada a nombre de Marcóvich. Caifanes ofreció
su último concierto el 18 de agosto de 1995 en la ciudad de San Luís Potosí.
Tras la desintegración de Caifanes, Hernández se dedica a
recuperarse de un mal crónico en sus cuerdas vocales, e invita a Alfonso André
(batería), Federico Fong (bajo) y José Manuel Aguilera (guitarra) a formar un
taller musical llamado Jaguares.
Aunque en un principio la música de Caifanes parecía ser
simplemente una versión en español de la música de The Cure, la inclusión de La
negra Tomasa en el repertorio del grupo no era casual: Hernández y Romo tienen
raíces en colonias (barrios) populares de la ciudad de México. Sin embargo,
Caifanes no volvió a apropiarse tan marcadamente de un estilo musical distinto
del rock; por el contrario, incorporó elementos de la música popular mexicana
en el esquema general de éste.
Si bien en El diablito la mayor parte de las canciones puede
ser calificada simplemente como rock, las letras comienzan a tomar elementos
populares (como la integración total del dicho De noche todos los gatos son
pardos en la canción homónima) y con La célula que explota se marca en gran
medida el estilo clásico de Caifanes: letras demandantes y poéticas y música a
caballo entre el rock y la música mexicana. La presencia de Alejandro
Marcóvich, a partir de este disco se vuelve fundamental en el sonido del grupo,
a tal grado que para muchos fanáticos la diferencia principal entre Caifanes y
Jaguares consiste en el estilo del guitarrista.
La célula que explota construida como una balada rock con
arreglos de mariachi, es la primera de una serie de amalgamas. En El silencio
las fusiones tocan de nuevo la música con una fuerte cadencia rítmica que en
México se tilda de guapachosa (Nubes, Hasta morir, Para que no digas que no
pienso en ti), pero también la banda (Piedra), e incluso aparece una versión un
son veracruzano, Mariquita, donde se combinan las tradicionales jaranas con las
guitarras eléctricas de Marcóvich. Por último, en El nervio del volcán
experimentaron con rítmicas indígenas (Afuera), dieron un toque de bolero a las
percusiones de Ayer me dijo un ave y construyeron La llorona sobre el vals
tradicional del mismo nombre.
Es importante remarcar que aunque el estilo de Caifanes se
define por sus fusiones entre rock y música tradicional, la mayor parte de su
música es simplemente rock, inserto en la tradición musical hispanoamericana
iniciada con en el rock argentino y que incorpora letras barrocas ancladas en
la tradición poética de la región. Las letras de Saúl Hernández están
construidas, en su mayoría, con base en figuras muy complejas, difíciles de interpretar,
sin necesidad de rimas y son fuertemente líricas. Las poquísimas letras
escritas por Alejandro Marcóvich o por la mancuerna Hernández/Marcóvich siguen
el mismo patrón.
Integrantes
Saúl Hernández (1987-1995, voz y guitarra)
Alfonso André (1987-1995, batería y percusiones)
Diego Herrera (1987-1993, teclados, saxofón y jarana)
Alejandro Marcóvich (1989 (o 1990)-1995, guitarra y jarana)
Sabo Romo (1987-1993, bajo y guitarra)
Discografía
Caifanes (1988)
Caifanes. Volumen II o El diablito (1990)
El silencio (1992)
El nervio del volcán (1994)
La historia (1997, compilación de éxitos)